Galileo Galilei (Pisa 1564- Florencia 1642) fue un eminente hombre del Renacimiento, mostró interés por casi todas las ciencias y artes (música, literatura, pintura).
Fue en la Física y en la Astronomía donde realizó mayores aportaciones. En la Física con sus estudios sobre las leyes del movimiento de los cuerpos y la resistencia de materiales. En Astronomía con la perfección del catalejo para obtener un telescopio de sesenta aumentos, descubriendo los cráteres y montañas lunares, las manchas solares y los cuatro satélites mayores de Júpiter. Demostró que los astros tenían imperfecciones y que no todos los astros giraban alrededor de la Tierra, constatando así la teoría heliocéntrica.
Además de sus extraordinarios resultados como físico y astrónomo, la importancia de Galileo está precisamente en haber creado una mentalidad científica nueva, cuyas bases son aún las nuestras. Por estos motivos, puede considerarse a Galileo como el fundador de la ciencia moderna, basada en la observación de los hechos, la realización de experimentos y la formulación de teorías explicatorias.
Para Stephen Hawking, Galileo probablemente sea, más que cualquier otro, el máximo responsable del nacimiento de la ciencia moderna y Albert Einstein lo llamó Padre de la ciencia moderna.
Su trabajo se considera una ruptura de las asentadas ideas aristotélicas y su enfrentamiento con la Iglesia Católica Romana suele tomarse como el mejor ejemplo de conflicto entre la autoridad y la libertad de pensamiento en la sociedad occidental.
En la historia de la cultura, Galileo se ha convertido en el símbolo de la lucha contra la autoridad y de la libertad en la investigación.
David R. Scott, comandante del Apollo 15, en agosto de 1971 se encuentra sobre la superficie lunar, suelta su martillo de geólogo y una pluma de halcón desde la misma altura y observa que ambos objetos impactan simultáneamente en el suelo. Acaba exclamando “Galileo tenía razón”.