A la atención de toda la comunidad educativa:
El pasado martes, al llegar al centro, descubrimos que habíamos sufrido unos actos vandálicos, con una serie de pintadas con insultos y destrozos en los grafitis realizados por el alumnado. El mismo día, la casa de un profesor sufrió también una pintada homófoba. Esas actuaciones, en primer lugar, son un delito (Art. 263 del código penal), y como tal han sido denunciadas, pero, sobre todo, son algo que no nos representa. Ni al centro, con su alumnado y su profesorado, ni al barrio.
En un lugar donde el punto de partida es la educación, la tolerancia y el respeto, este tipo de comportamientos son inaceptables y tremendamente dolorosos, porque atentan contra la idea base de lo que somos: una comunidad, que incluye a familias, alumnado y profesorado. Implica, además, un paso atrás en los valores que defendemos como centro, un paso atrás que no estamos dispuestos a permitir. Así, después de un curso muy complicado, en el cual el alumnado se ha portado de forma ejemplar y el profesorado se ha esforzado al máximo, estos hechos nos dejan un sabor agridulce.
No deberían pasar cosas así. No deberían tolerarse ni encubrirse. No es lo que somos ni lo que deberíamos ser. Desde el Galileo, expresamos nuestra total repulsa y condena a lo sucedido y apelamos a toda la comunidad educativa para que colabore con las Fuerzas de Seguridad para localizar a los responsables.
Al mismo tiempo, queremos agradecer públicamente las muestras de apoyo recibidas, así como la ayuda del grupo de estudiantes que está realizando un esfuerzo adicional para restaurar los murales, permitiendo que ese pedazo del Galileo, de lo que realmente es, permanezca.
Atentamente,
La Dirección